O Facebook. ¿Cuántos tweets o cuántos posts hubieran abarcado este hecho?
Solo durante la participación del jamaiquino Usain Bolt en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 se registraron 80 mil tweets por minuto. Durante los dieciséis días de estas competiciones, se generaron 150 millones de tweets sobre el tema (noticias.latam.msn.com). Según los datos de marketingdirecto.com, todos los días se suben unos 300 millones de fotos a Facebook. Cada veinte minutos, los usuarios hacen 1,587,000 publicaciones en los muros, y 10.2 millones de comentarios. Muchos de los videos que se comparten a través de estas redes sociales, son enlazados desde Youtube. Por minuto, se suben 48 horas de video a los servidores de este sitio (anexom.es).
Lo grandioso de las redes sociales y del internet, es la inmediatez con la que se comparten los contenidos. Con el avance de la tecnología, cada vez más usuarios publican o revisan fotografías y contenidos desde sus celulares. Al mismo tiempo que se han convertido en una especie de diario personal virtual, son una extensión de los medios de comunicación masivos tradicionales. Influyen ampliamente en la divulgación de la información y con esto, en la magnitud que se le da a los hechos internacionales.
Si las redes sociales hubiesen existido para el 2001, la caída de las Torres Gemelas hubiera sido vista de forma diferente.
Definitivamente, el tráfico de información hubiese sido enorme. En todo el mundo, los usuarios estarían informando e informándose sobre los hechos, prácticamente, en tiempo real. Muchos usuarios aprovecharían el espacio simplemente para hacer comentarios, desahogarse y dar su opinión sobre lo sucedido. Por otro lado, los estadounidenses hubieran sacado bastante provecho de estas tecnologías.
Hubiese aumentado la cantidad de fotografías y videos capturados por personas que se encontraban en el lugar, por ejemplo. Posteriormente pudieran ser utilizadas como pruebas durante los juicios o para dar a conocer testimonios. Se hubiera facilitado la comunicación entre las personas de los edificios aledaños y sus familiares. Hubiera circulado información sobre advertencias de desalojo en las oficinas cercanas, e incluso se hubiera difundido un método de búsqueda o localización para personas desaparecidas o trasladadas a hospitales.
De cierta forma, las redes sociales hubieran sido una forma de protesta o presión de la gente, hacia el gobierno estadounidense, las aerolíneas y todos los entes implicados, para que se esclareciera el porqué del atentado.
La situación quizás se hubiera repetido, pero el mundo lo hubiera visto de forma diferente. Existiera más información, verídica o no, sobre los hechos. El impacto sobre la gente, hubiera sido mayor y el caso hubiera trascendido aún más, porque la cobertura mediática y el tráfico de información tal vez se hubiera duplicado.Artículos similares
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